las miradas

antonieta, la de los pies pequeños pero feos, cree mas en mirar que en mirarse. el egocentrismo se apodero de los espejos de los demas y ella solo espera la pequeña muerte de todos sus sentidos. como hablar de ella sin hablaer de mi, o sin hablarle. porque soy yo, la que despues de todo decide que los libros pesaban demasiado y habia que dejarlos en casa. porque los libros enseñan solo partes, pero si son muchos, te causaran una contractura que, mama mia! igual pasa con el peso de cada cabeza, comparado al peso que probablemente tenga el alma, si es que existe y tiene peso. a mi me parece mas correcto quedarse quieta y con las piernas bien cruzadas que andar haciendose la loca por ahi. aunque ese hijo de puta haya tenido la p*** mas hermosa de todas, aunque, naturalmente y como suele pasar, no sabia que hacer con ella (s). si, sueño con su masculinidad de vez en cuando, y hasta en forma de poema, hasta en forma de flor, hasta en forma de simple pene cuasi artistico. y como miraba cuando estaba ahi, enfrente mio. eso era, la mirada, pero perdida. la mia. porque sabia que nada era todo en ese momento que se acabaria cuando el frio del invierno fuera casi devorado por los primero brotes. creo que despues de todo antonieta nunca tuvo un enamorado.